Bienvenida a la Inmortalidad – II Se me están muriendo, pero la culpa es de uno, que siendo apenas un niñito se empeña en admirar muertos o personajes ya viejos. La culpa es de uno por dejarse poseer Del amor y otros demonios , la culpa es de uno porque las mariposas que sienta en el estómago sean por siempre amarillas, la culpa es de uno por matar el tiempo haciendo pescaditos de oro, la culpa es uno por creer que las estirpes condenadas a cien años de soledad, tendrán una segunda oportunidad sobre la faz de la tierra. Se me están muriendo, se me están muriendo mis viejos de noches de desvelos leyendo sus locuras de países inventados y cercanos, de lugares comunes y universales ante la realidad de esta humanidad empeñada en ponerse la soga al cuello, aquellos contadores de historias que quizá, tenían como meta última con sus invenciones, la de evitar que nuestra propia historia, fuese el Relato de un náufrago , ahogado en su propia soberbia. Contaré a mis hijo...